Description
El derecho Islámico (Fiqh) es la ciencia que estudia cada uno de los distintos dictámenes y los deduce de sus fuentes originales: el Corán y la Sunnah para que los musulmanes puedan ponerlos en la practica en todos los aspectos de su vida. Por consiguiente el derecho islámico abarca todos los aspectos de la vida humana para así poder ofrecer un juicio a cada cuestión desde los ritos de adoración a las relaciones sociales y los juicios jurídicos en los campos del derecho familiar, comercial, contractual, político local e internacional, los procedimientos criminales y la administración de justicia. Capítulo 2: La oración
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Tratado de Derecho Islámico
CAPÍTULO 2
LA ORACIÓN
VI – Súplicas para pronunciar después de las cinco oraciones diarias
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مختصر الفقه الإسلامي
كتاب الصلاة
٦- أذكار أدبار الصلوات الخمس
[اللغة الإسبانية ]
Muhammad ibn Ibrahim Al-Tuwaijri
محمد بن إبراهيم التويجري
Traducción: Muhammad Isa Garcia
ترجمة: محمد عيسى غارسيا
Oficina de Dawa en Rabwah - Riyadh
المكتب التعاوني للدعوة وتوعية الجاليات بالربوة بمدينة الرياض
1429 – 2008
VI – Súplicas para pronunciar después de las cinco oraciones diarias
Después de terminar la oración, es recomendado que cada orante por separado pronuncie las súplicas e invocaciones que se han registrado en la Sunnah. Éstas son algunos de ellos:
· “Astagfirullah, Astagfirullah, Astagfirullah - Pido perdón a Aláh, tres veces”.[1]
· “Aláhumma anta as salamu ua minka as salamu tabarakta ia dhal yalali ual ikram - ¡Oh, Aláh! Tú eres la paz y de Ti proviene la paz. Bendito seas ¡oh, Dueño de la magnificencia y la generosidad!”.[2]
· “La ilaha illa Aláh uahdahu la sharika lahu, lahu al mulku ua lahu al hamdu ua hua ‘ala kulli shai'in qadir. Aláhumma la mani‘a lima a‘taita ua la mu‘tia lima mana‘ta, ua la ianfa‘u dhal yaddi minka al yadd – Nada ni nadie merece ser adorado salvo Aláh, Único y sin copartícipes. Suya es la soberanía y Suya es la alabanza, y Él tiene poder sobre todas las cosas. ¡Oh, Aláh! Nadie puede evitar lo que Tú concedes ni conceder lo que Tú niegas, y el poder no salva a quien lo posee de Tu castigo”.[3]
· “La ilaha illa Aláhu uahdahu la sharika lahu, lahu al mulku ua lahu al hamdu ua hua ‘ala kulli shai'in qadir. La haula ua la quuata illa billah. La ilaha illa Aláh, ua la na‘budu illa iiahu, lahu an ni‘matu ua lahu al fadlu ua lahu az zana'u al hasan. La ilaha illa Aláhu mujlisina lahu ad dina ua lau kariha al kafirun – Nada ni nadie merece ser adorado salvo Aláh, Único y sin copartícipes. Suya es la soberanía y Suya es la alabanza, y Él tiene poder sobre todas las cosas. No hay fuerza ni poder alguno que no provenga de Aláh. Nada ni nadie merece ser adorado salvo Aláh, y no adoramos sino a Él. Suya es la gracia y la merced, y Suyo es el buen elogio. Nada ni nadie merece ser adorado salvo Aláh, y por cierto que somos sinceros en Su adoración, aunque esto disguste a los incrédulos”.[4]
· También es recomendable decir lo que se ha confirmado que el Profeta (la paz y las bendiciones de Aláh sean con él) decía: “A quien glorifique a Aláh después de cada oración (diciendo: SubhanAláh) treinta y tres veces, Le alabe (diciendo: Al hamdulillah) treinta y tres veces, Le engrandezca (diciendo: Aláhu Akbar) treinta y tres veces, sumando noventa y nueve, y complete el número cien con: La ilaha illa Aláh uahdahu la sharika lahu, lahu al mulku ua lahu al hamdu ua hua ‘ala kulli shai'in qadir (Nada ni nadie merece ser adorado salvo Aláh, Único y sin copartícipes. Suya es la soberanía y Suya es la alabanza, y Él tiene poder sobre todas las cosas), se le perdonarán sus faltas aunque sean tantas como la espuma del mar”.[5]
· También puede decir: SubhanAláh veinticinco veces, Al hamdulillah veinticinco veces, Aláhu Akbar veinticinco veces y La ilaha illa Aláh veinticinco veces.[6]
· El Profeta (la paz y las bendiciones de Aláh sean con él) dijo: “Hay unas palabras que se pronuncian al final y no decepcionan a quien las dice después de cada oración obligatoria: Treinta y tres SubhanAláh, treinta y tres Al hamdulillah y treinta y cuatro Al hamdulillah”.[7]
· También se ha confirmado que el Profeta (la paz y las bendiciones de Aláh sean con él) dijo: “... las cinco oraciones; a cada uno de vosotros que glorifique a Aláh después de cada oración diez veces, Le alabe diez veces y Le engrandezca diez veces, éstas le valdrán por ciento cincuenta veces en su lengua y por mil quinientas en la Balanza[8]...”.[9]
La Sunnah indica que estas glorificaciones sean contadas con los dedos de la mano
Abdullah ibn A’mru (Aláh se complazca con él) dijo: “vi al Profeta (la paz y las bendiciones de Aláh sean con él) enumerar las glorificaciones”[10]
Iasirah (Aláh se complazca con él) relató: El Mensajero de Aláh (la paz y las bendiciones de Aláh sean con él) nos dijo: “Glorifiquen a Aláh, y cuenten el número de veces que lo hacen con las falanges de los dedos, pues éstas serán preguntadas y responderán. Y no descuidarán ni se olvidarán de la misericordia”.[11]
Es recomendable recitar las dos últimas Suras del Corán, conocidas con el nombre de Al Mu‘auuidhatan, después de cada oración.[12]
También es recomendable recitar “La aleya del Trono” (Aiah Al Kursi) después de cada oración. El Profeta (la paz y las bendiciones de Aláh sean con él) dijo: “A quien recite La aleya del Trono no le impedirá entrar al Paraíso sino el tiempo que le resta por vivir”.[13]
“La aleya del Trono” es la siguiente: “¡Oh Aláh! No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Él, Viviente, se basta a Sí mismo y se ocupa de toda la creación. No Lo toma somnolencia ni sueño. Suyo es cuanto hay en los cielos y la Tierra. ¿Quién podrá interceder ante Él sino con Su anuencia? Conoce el pasado y el futuro; y nadie abarca de Su conocimiento salvo lo que Él quiere. Su Trono se extiende en los cielos y en la Tierra, y la custodia de ambos no Le agobia. Y Él es Sublime, Grandioso”. (2:255)
Virtudes de permanecer alabando a Aláh después del Fayr y el ‘Asr
1. Anas Ibn Malik (Aláh se complazca con él) relató que el Mensajero de Aláh dijo: “Sentarme con quienes recuerdan a Aláh después de la oración del Fayr hasta que sale el sol es más amado para mí que liberar a cuatro esclavos de entre los hijos de Ismael. Y sentarme con quienes recuerdan a Aláh después de la oración del ‘Asr hasta que se pone el sol es más amado para mí que liberar a cuatro esclavos”.[14]
2. Yabir Ibn Samurah (Aláh se complazca con él) relató que el Profeta (la paz y las bendiciones de Aláh sean con él) luego de rezar el Fayr, permanecía en su lugar hasta que salía el sol completamente.[15]
Cuándo se realizan las súplicas y las invocaciones
1. Hacer súplicas siempre luego de terminada la oración no se encuentra registrado en la Sunnah, y por lo tanto no esta permitido. Si quiere hacer alguna súplica, es mejor hacerla durante la oración misma, antes de la salutación final. Si ocasionalmente quiere hacer una súplica luego de la oración debido a un tema en particular, entonces no hay inconveniente.
2. Las súplicas que se registran para pronunciar luego de la oración, en realidad significa que se deben pronunciar antes de la salutación final, y los recuerdos que se mencionan son para ser pronunciados luego de la salutación.
[1] Muslim 591.
[2] Muslim 592.
[3] Al-Bujári 844. Muslim 593.
[4] Muslim 594.
[5] Muslim 597.
[6] Hadiz Hasan Sahih. At-Tirmidhi 3413. An-Nasa’i 1351.
[7] Muslim 596.
[8] Es la balanza sobre la cual se pesarán las obras el Día de la Resurrección.
[9] Hadiz Sahih. At-Tirmidhi 481. An-Nasa’i 1348.
[10] Hadiz Sahih. At-Tirmidhi 3411.
[11] Hadiz Hasan. Abu Dawud 1501. At-Tirmidhi 3583.
[12] Hadiz Sahih. Abu Dawud 1523. At-Tirmidhi 2903.
[13] Hadiz Sahih. An-Nasa’i en “As-Sunan Al-Kubra” 9928. At-Tabarani en “Al-Kabir” 8\114.
[14] Hadiz Hasan. Abu Dawud 3667.
[15] Muslim 670.